Hay quien busca el amor para huir de su soledad, esta práctica es más común en los hombres que en las mujeres.
Muchos hombres por su conducta machista cuando se encuentran solos buscan el amor, pero realmente lo que están buscando es una mujer, que les prepare la comida, les planche la ropa y les mantenga la casa limpia, a la ve que les satisfaga sexualmente.
En las mujeres también se dan estos casos, pero generalmente no por los mismos motivos que el hombre, ahí suele jugar un papel muy importante el dinero, ya que buscan que el hombre tenga dinero para que las mantenga.
Estas relaciones están condenadas al fracaso, al menos desde el punto de vista amoroso.
El amor no se busca, aparece de repente y casi siempre sin saber el porqué.
Cuando amas a alguien porque lo necesitas, no lo amas, solo lo estas usando para tu propio beneficio, para que te mantenga, te entretenga y te divierta.
Sin embargo cuando necesitas a alguien porque lo amas, es cuando realmente aparece el verdadero amor, la necesidad de dar y recibir, de compartir, de perdonar y aceptar los defectos de la otra persona o al menos analizarlos porque lo que para uno son defectos para otro pueden ser virtudes, solo está presente cuando existe amor verdadero.
El egoísmo mata al verdadero amor, con las limitaciones que casi siempre se le imponen al otro generalmente motivadas por celos o envidias.
La soledad nos enseña a vivir, a ser independientes, a valorarnos a nosotros mismos, a confiar en nosotros, a madurar, a conocernos mejor y tan solo cuando seamos capaces de conocernos, de aceptarnos y de querernos a nosotros mismos podremos querer y aceptar a los demás.
Por lo tanto, no hay que ver la soledad como algo negativo ya que de vez en cuando es necesario y positivo.
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